Casa Outeiriño

Arquitecto
Leonardo Llamas Álvarez
Año
2016-2019
Constructora
Vialgo s.c.
Fotos
Mario Sánchez Gómez

Todo proceso de creación no es más que un proceso de experimentación en mayor o menor medida. En este caso, esta vivienda fue objeto de prueba para la creación arquitectónica a través de la proporción aurea, la cual ha sido a lo largo de la historia de la arquitectura principio fundamental de muchos espacios que buscan armonía y belleza. Producir dentro del espacio habitado esta belleza entendida como principio objetivo universal se traduce como comodidad y tranquilidad a la hora de morar.

Esta vivienda unifamiliar se introdujo en la parcela de manera que en planta forme una L abierta hacia el suroeste para aprovechar la orientación solar y las vistas, constituyendo este frente la fachada principal. Dejando un espacio intermedio como zona verde abierta y común de todas las piezas-estancias en las que se divide la parcela. Debido a la pendiente existente del terreno se decidió semienterrar la construcción para así conseguir tener muy poco impacto visual, dar un aire de privacidad a toda la propiedad debido a que está en un núcleo rural rodeado de vivienda y además, poder aterrazar el terreno y conseguir en la parte frontal una zona completamente llana para situar la piscina, la zona de más disfrute en toda la parcela.

En el brazo principal se sitúan las estancias principales de uso común (vestíbulo, salón, comedor, cocina) y en el brazo secundario los espacios privados (dormitorios y baños). En el punto de encuentro entre ambos, se introducirán los servicios de la vivienda (lavadero, tendedero, aseo, cuarto de instalaciones). En la cara noreste se introduce un anexo con cubierta vegetal no conectado constructivamente al resto de la edificación en el cual se situará el trastero y el garaje.

También fue objeto de experimentación la capacidad higrotérmica de la misma. Es una vivienda que está en proceso de certificación bajo el estándar Passivhaus y por cálculo se decidió no colocar ningún sistema de climatización a falta de ver cómo iba a funcionar una vez habitada. Pues bien, teniendo en cuenta temperaturas mínimas exteriores de -5º y máximas de 42º, la vivienda ha variado en temperaturas interiores entre 19º y 27º; sin ningún tipo de aporte energético ni apertura de ventanas por parte de los clientes en las noches de los días más calurosos del verano; cuestión que es impresionante. Aun así, a día de hoy se ha optado por la instalación de un aparato de convección para conseguir regular en poco tiempo los picos de temperatura más desfavorables.

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